1. Mi primera vez en un club de caballeros


    Fecha: 06/04/2024, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... pensándolo estaba cuando ella me dijo al oído:
    
    - Aquí hay unos cuartos que rentan para bailes más privados y le dan quince minutos de tiempo. Si usted los paga y me da unos cincuenta más a mí, le doy una mamada.
    
    - La verdad que me gusta tu oferta, pero no me conformaría con una mamada. Te doy cien si me das la panochita. – Natalia se quedaba pensando.
    
    - Mire… me gustaría, pero yo no me cuido y asumo que usted no tiene un condón a mano y yo no me cuido… Deme $150.00 y dejo que me de por el culo. ¿Quiere?
    
    Para mí era como música a los oídos, pues soy adicto a los buenos culos y esta chica me los ofrecía de esta manera. Le dije que iría al banco por el dinero, pero ella me dio a conocer que allí en ese lugar había una maquina bancaria. Fui por el dinero y pagué por aquella pequeña habitación. Entramos y había un sofá de cuero de color negro, frente a este una pequeña yacusi, espejos por todos lados y, como dije; no había puerta más que una cortina negra que cualquiera podría abrir, pero lo que me llamó la atención, fue un reloj digital que estaba en cuenta regresiva de esos 15 minutos.
    
    Ya Natalia me tenía a mil, y el hecho que sabía estaba a punto de darle a ese culito, mi verga escurría ese liquido preseminal. Viendo ese reloj, permití que Natalia me diera un breve oral de dos minutos y ella había alabado mi verga por lo grande que le parecía y enseguida la puse con las piernas abiertas en el sofá y sin mucho que hablar comencé a comerme su panocha la cual ...
    ... estaba ardiente y bien mojada. Natalia estaba tan caliente que podía sentir en mi lengua el vibrar de su clítoris. Ella hacía ese vaivén con esa ansiedad de querer llegar al abismo de una caída al vacío de la excitación. Sentí cuando se corría, pues un manantial de sus jugos salió de repente y ella había gemido del placer. Vi cómo se apretaba sus pezones cuando poco a poco se reponía y, sin mucho tiempo que esperar, pues habían recorrido nueve minutos, se puso de perrito sobre el sofá para que la sodomizara.
    
    Ese culo tenía solo dieciocho años y con la ayuda de Natalia se lo fui perforando después de unas breves lamidas a su ojete y dejarle ir una escupida a ese ojete al cual miraba como lo contraía. Le puse el glande y Natalia me ayudó con su mano para que se lo penetrara. Fui despacio, pues esta chica me asustó cómo temblaba cuando la penetraba y quise hacer una pausa, pero ella me dijo que continuara. Fue por ese gemido que creo alguien llegó y se acercó a las cortinas. Creo que nos espiaban, pero me importó poco, pues ver ese culo y ver cómo mi verga se hundía en él, era más emocionante que la preocupación de sentirme observado. Comencé con un vaivén lento y donde mie bolas pegaban en su panocha y Natalia solo gemía. Estaba a los trece minutos y creo que Natalia también había visto el reloj y me dijo: -Córrete.
    
    La halé de sus brazos que ella los había extendido hacia atrás y fue cuando le di uno de esos embates que en ese minuto me hizo sudar. sentir cuando mis huevos se ...
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